Blefaroplastía en México y Chiapas

¿Qué es la Blefaroplastía?

La Blefaroplastía o cirugía de párpados es una intervención quirúrgica plástica que tiene como finalidad corregir y despejar los párpados abolsados y ojeras mediante la eliminación del exceso de grasa y piel en los párpados. Además del descolgamiento y arrugas en la piel de los párpados superiores, comienzan a hacerse evidentes las bolsas en los párpados inferiores y en la porción interna de los párpados superiores. Esto puede deberse a una tendencia congénita y puede aparecer desde edad temprana, pero generalmente se presenta tardíamente, ya que con el paso de los años se va acentuando.

Las ojeras suelen dar la impresión de cansancio, desvelo, tristeza, sobrepeso, etc. pero esto es un problema fácil de solucionar. Bajo la piel y el músculo orbicular existen compartimentos que contienen grasa que puede ser reducida adecuadamente con una Blefaroplastía. Dependiendo del grado de tensión en la musculatura de los párpados, se puede actuar también sobre el músculo orbicular para restaurar su tensión normal. La Blefaroplastía mejora la apariencia y corregir la caída de los párpados superiores o inferiores, características que hacen que una persona se vea mayor y más casada, además de que puede interferir con la visión.

Candidatos Ideales para una Blefaroplastía

No hay una edad adecuada definida para esta intervención, ya que la aparición de bolsas bajo los ojos puede presentarse tanto en edades tempranas como avanzadas, aunque a medida que los tejidos de esa zona se van relajando, se acentúan las bolsas y hay más exceso de piel. Los candidatos más frecuentes para una operación de párpados suelen ser mujeres y hombres a partir de los 35 años de edad, con un buen estado de salud en general. Es importante que el paciente tenga expectativas realistas en cuanto a su intervención, por lo que contar con una buena salud psicológica y emocional también son factores que hay que influyen para convertir a una persona en candidato para una Blefaroplastía.

También es importante detectar aquellos pacientes que tienen cejas caídas bajas, ya que en este caso, la Blefaroplastía por si sola no conseguirá despejar el párpado por completo y posiblemente se necesitará añadir un lifting de cejas. Cualquier problema médico pre-existente debe ser controlado previamente a la cirugía.

¿Cómo se realiza?

La cirugía suele realizarse bajo anestesia local o sedación y en algunos casos bajo anestesia general, dependiendo de las preferencias del cirujano y el paciente. El procedimiento puede durar desde 1 hora, hasta 3 horas, dependiendo de la complejidad de la intervención. Una Blefaroplastía se puede realizar ya sea por vía externa o vía interna.

Vía Externa: se realiza la incisión en la piel con el fin de extirpar el remanente cutáneo. Se realiza un pequeño corte bajo las pestañas para extraer las bolsas de grasa y se cierra mediante una sutura muy fina que al mismo tiempo servirá para tensar la piel.

Vía Interna (Transconjuntival): consiste en hacer una pequeña incisión en el interior del párpado (sin herida externa) por la que extrae la grasa a través de la mucosa interna del párpado. No es necesario suturar, pues este tejido suele cicatrizar muy bien por sí mismo. Una de las grandes ventajas de esta técnica es que no deja cicatriz y no cambia la forma de los ojos.

En ambos casos, la piel de la zona que circula los ojos queda protegida con unos apósitos estériles durante todo el proceso. La mayoría de las veces las incisiones se colocan en las líneas naturales de los párpados superiores, justo debajo de las pestañas, pero en algunos casos pueden extenderse hasta las ‘patas de gallo’.

¿Cómo es la recuperación de la Blefaroplastía?

Las molestias y dolor sobre los párpados pueden presentarse los días posteriores a la intervención, pero esto puede solucionarse con la medicación adecuada e indicada por el cirujano. Desde el primer día después de la operación se deberá proteger el área con lentes de sol, además de la aplicación de compresas frías estériles varias veces al día para promover la reducción de la hinchazón y una buena cicatrización. También es importante mantener la zona trabajada limpia, por lo que el médico deberá indicarle al paciente cómo limpiar las heridas para descongestionar y mantener los párpados limpios de secreciones.

El proceso posoperatorio de una Blefaroplastía suele ser indoloro. Es probable que aparezcan algunos moretones y haya hinchazón durante la primera semana, pero esto irá reduciendo poco a poco. La mayoría de los pacientes no tienen problemas para reanudar sus actividades del día a día pocos días después de la operación, siempre y cuando sigan al pie de la letra las indicaciones del médico y asistan regularmente a consultas de chequeo y seguimiento para monitorear su proceso de sanación y evitar complicaciones.

¿Cuáles son los riesgos de una Blefaroplastía?

Cuando este procedimiento se realiza por un cirujano plástico certificado, las complicaciones son muy infrecuentes, pero como en toda intervención quirúrgica, existen algunos riesgos que hay que tomar en cuenta antes de someterse a la operación. Algunos de ellos son:

  • Infección
  • Reacciones anestésicas
  • Visión doble o borrosa durante unos días
  • Mala cicatrización
  • Edema temporal en los párpados
  • Asimetrías leves
  • Ojo seco sintomático
  • Retracción y lagoftalmos
  • Exceso de tejido cantal
  • Granulomas
  • Surco palpebral antiestético
  • Dipoplía (lesión del músculo oblicuo superior)
  • Laceración canalicular
  • Reacciones a los medicamentos

Todos estos riesgos pueden minimizarse siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones de su cirujano plástico antes, durante y después de la cirugía. Cualquier intervención quirúrgica conlleva riesgos que el paciente debe conocer antes de someterse a ella. La posibilidad de que surjan complicaciones postoperatorias después de la Blefaroplastía es la misma que en otro tipo de intervenciones.

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